Antes de viajar, asegúrate de que tu gato esté en buenas condiciones de salud visitando al veterinario para un chequeo general y actualizando sus vacunas. Además, familiariza a tu gato con el transportín y asegúrate de tener toda la documentación necesaria, como un certificado de salud y un pasaporte para mascotas, si es requerido por tu destino o la aerolínea.

Sí, viajar en coche con tu gato bengalí es seguro siempre y cuando sigas algunas precauciones básicas. Transporta a tu gato en un transportín bien ventilado y asegúrate de que esté bien asegurado en el asiento trasero del coche. Realiza paradas regulares para ofrecerle agua y permitirle usar una caja de arena portátil si es necesario. Mantén la temperatura del coche cómoda y nunca dejes a tu gato solo en el vehículo.

El transportín debe ser aprobado por la aerolínea y lo suficientemente grande para que tu gato pueda moverse cómodamente. Debe tener buena ventilación y una base absorbente. Asegúrate de que cumpla con las dimensiones permitidas por la aerolínea, especialmente si tu gato viajará en la cabina.

Puedes reducir el estrés de tu gato utilizando feromonas sintéticas como Feliway, que imitan las feromonas naturales de los gatos y ayudan a crear un ambiente de calma. También es útil familiarizar a tu gato con el transportín antes del viaje, proporcionar objetos familiares como su manta y juguetes, y hablarle en un tono suave y calmado durante el viaje.

Para viajes internacionales, generalmente necesitarás un certificado de salud emitido por un veterinario, que confirme que tu gato está sano y al día con sus vacunas. También puede ser necesario un pasaporte para mascotas, especialmente dentro de la Unión Europea. Investiga los requisitos específicos del país de destino y de la aerolínea con suficiente antelación.

Es mejor evitar alimentar a tu gato justo antes de viajar para reducir el riesgo de mareo. Ofrece pequeñas cantidades de comida y agua durante las paradas en viajes largos en coche, o antes y después del vuelo si viajas en avión.